“Me baño cuando quiero y me lavo las manos doce veces diarias”, algo que para muchas personas puede ser común, pero para Mario Sánchez Rodríguez es una de las alegrías que expresa por tener agua en su hogar.
El derecho humano al agua es indispensable para una vida humana digna, sin embargo, en El Salvador, en promedio, un 25% de la población no tiene acceso a conexiones domiciliarias de agua, 40% no tienen servicios confiables y un 9% aun se abastece del vital líquido a través de un ojo de agua, río, quebrada, manantial o lago. Esta fue la situación del cantón Guayapa Abajo, en el municipio de Jujutla, del departamento de Ahuachahapán, en El Salvador, hace más de cuarenta años, cuando ninguno de sus habitantes tenían agua domiciliar.
Durante las últimas cuatro décadas, el cantón Guayapa Abajo ha luchado por acceder al servicio de agua limpia y segura para sus habitantes, se espera que, por primera vez, en este año, todas las personas podrán recibirlo, gracias al esfuerzo colaborativo y coinversión de diferentes instituciones nacionales, internacionales, empresa privada, actores locales y población civil que se han sumado al esfuerzo de concretar el sueño de muchos. “Las niñas y los niños no pierden el tiempo en ir a traer agua, hoy estudian más”, concluye una de las socias de la junta de agua, al enumerar todos los beneficios de tener el servicio en sus hogares.
El agua es vida y por eso es imprescindible trabajar en asocio y cooperación, entre todas las instancias involucradas, de manera organizada para garantizar que las comunidades, que viven en pobreza y situación de marginación, puedan recibir el vital líquido.
El agua es para todas las personas, sin embargo, hay quienes han esperado 40 años de su vida para ver caer una gota de agua directo en su hogar. Hay soluciones sostenibles, asequibles y adaptables en materia de agua y saneamiento para zonas rurales y periurbanas. La empresa Azure El Salvador apoya por medio de servicios técnicos y movilización de capital, la implementación de estas soluciones.