RAÍCES IMPULSA PRÁCTICAS DE AGRICULTURA DE CONSERVACIÓN
EN MÁS DE 5 MIL HECTÁREAS
EN EL OCCIDENTE DE EL SALVADOR
RESTAURACIÓN DEL
PAISAJE AGRÍCOLA
Buscamos la mejora continua del suelo y los recursos hídricos a múltiples escalas, por medio de la implementación de prácticas agrícolas sostenibles, para abordar desafíos como la degradación del suelo, la erosión, la pérdida de biodiversidad y la sostenibilidad de la agricultura.
En RAÍCES, la restauración del paisaje agrícola implica trabajar en colaboración con las comunidades locales para expandir las buenas prácticas agrícolas de conservación de agua y suelo, y que nos permita alcanzar el objetivo de restaurar más de 12 mil hectáreas de paisaje agrícola deteriorado al occidente de El Salvador.
Nuestra meta es fomentar una masa crítica de agricultores que apliquen prácticas de conservación para la restauración del paisaje agrícola en la región.
Con el respaldo de casi 350 promotores agrícolas, RAÍCES apoya a más de 5 mil productores en la implementación de prácticas sostenibles.
Asimismo, fomentamos el desarrollo económico de forma que conduzca al desarrollo humano integral, buscando el equilibrio entre la agricultura productiva y la conservación de los recursos naturales, mientras se promueve el bienestar de las personas.
EL MOTOR DE RAÍCES, SON 350 PROMOTORES AGRÍCOLAS QUE APOYAN A MÁS DE 5 MIL PRODUCTORES
RED DE EXTENSIÓN
En nuestro programa, el agricultor es el primero. Los productores pequeños en El Salvador son quienes generan la mayor parte de los alimentos consumidos por la población, enfrentándose a desafíos constantes. En las últimas décadas, la agricultura intensiva tradicional ha dejado los suelos degradados, disminuyendo la productividad de los sistemas agrícolas cada año.
Por este motivo, RAÍCES ha impulsado una metodología de formación y extensión que se centra en la organización permanente de las comunidades agrícolas. El programa identifica a agricultores líderes que pueden capacitarsecomo promotores agrícolas. En conjunto, los promotores y técnicos del programa establecen Escuelas de Campo (ECA) para agricultores. Las ECAs representan un enfoque participativo y práctico dentro de la comunidad, aprovechando la experiencia y el entusiasmo de los agricultores para difundir el conocimiento y las buenas prácticas agrícolas. Esto promueve un cambio sostenible en la agricultura y las comunidades rurales.
A medida que hemos implementado las ECAs en el territorio, los promotores han creado una red entre ellos para compartir experiencias, gestionar compras colectivas de insumos agrícolas e identificar oportunidades para comercializar productos agrícolas. Nos referimos a esta red como la Red Robusta de Promotores. Actualmente, casi 350 promotores forman parte de la red y brindan apoyo a más de 5 mil productores en las áreas de intervención de RAÍCES.
BUENAS PRÁCTICAS
AGRÍCOLAS
La agricultura de conservación se basa en prácticas diseñadas para restaurar y mejorar la salud del suelo. Esto, a su vez, beneficia a los cultivos al incrementar su resiliencia ante condiciones climáticas adversas, mejorar la calidad del suelo, aumentar la capacidad de infiltración de agua y reducir la necesidad de insumos químicos.
Según la FAO, las prácticas clave de la agricultura de conservación incluyen un sistema de cultivo con mínima alteración del suelo, como el cultivo sin labranza, el mantenimiento de una cobertura permanente del suelo y la diversificación de cultivos.
Estas buenas prácticas de conservación de agua y suelo son amigables tanto con el medio ambiente como con los cultivos, permitiendo la reversión de los daños provocados por la agricultura tradicional y generando beneficios a corto y largo plazo.
Colaboramos estrechamente con aliados y agentes locales para aplicar y replicar estas prácticas de conservación de agua y suelo. Este enfoque nos permite lograr un aumento significativo en la producción agrícola y mejoras medibles en los servicios del ecosistema.
ABONOS VERDES
Una de las prácticas agrícolas más efectivas y reconocidas por su eficacia son los abonos verdes o cultivos de cobertura, que acompañan al cultivo principal o se siembran en parcelas en descanso. RAÍCES ha promovido activamente la aplicación y experimentación de diversos cultivos de cobertura a través de las Escuelas de Campo (ECA), estableciendo evidencia de su efectividad en múltiples cultivos.
Estos cultivos, generalmente leguminosas, se cultivan con la finalidad de ser cortados e incorporados al mismo suelo donde han crecido. El objetivo principal de los abonos verdes es aumentar el contenido de materia orgánica y nutrientes en el suelo. Además, presentan la ventaja de reducir la escorrentía y erosión, mejorar la infiltración de agua y aumentar la retención de humedad en el suelo.
RAÍCES ha desarrollado una guía de Abonos Verdes para ayudar en la identificación de los mejores cultivos de cobertura según el cultivo y las necesidades del suelo, proporcionando así una herramienta valiosa para los agricultores que buscan mejorar sus prácticas agrícolas.
